lunes, 28 de mayo de 2012


Gregor Schneider

Gregor Schneider (nacido el 5 de abril de 1969, en Rheydt ) es un artista alemán, cuya principal área de trabajo se construye habitaciones. En 2001, fue galardonado con el León de Oro en la Bienal de Venecia  por su infame trabajo Totes Haus ur expuesta en el Pabellón de Alemania.
Schneider estudió desde 1989 hasta 1992 en varias academias de arte alemanes, entre ellos: la Kunstakademie Düsseldorf (Academia de Arte de Düsseldorf). De 1999 a 2003, se desempeñó como profesor invitado / actividades educativas en las escuelas de arte varias, incluyendo: De Ateliers, en Ámsterdam, la Academia de Bellas Artes de Hamburgo y en la Real Academia Danesa de Bellas Artes de Copenhague. Gregor Schneider ha sido nominado como profesor de escultura en la Universidad de Arte de Berlín en 2009.
A la edad de 16 años, Schneider tuvo su primera exposición individual titulada, Pubertäre Verstimmung, en la galería de Kontrast en Mönchengladbach . Desde el comienzo de la década de 1990 ha trabajado con los cuartos en galerías y museos. Concibe las habitaciones, como tridimensionales, esculturas que se puede caminar a través, que muchas veces ocultan o modificar los existentes y la galería-museo habitaciones, las habitaciones con las que trabaja son las salas existentes que encuentra en distintas viviendas o edificios domésticos. En 1985 comenzó el desmontaje y la reconstrucción de las habitaciones en un edificio de apartamentos en Rheydt, que tituló, Haus ur.
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Tras ver el video en clase, y ya habiendo puesto una breve información del artista, creo conveniente centrarme en ciertos aspectos que he recibido tras visualizar el cortometraje.
Todo el video gira en torno a su obra La Casa Muerta, una obra en la cual utiliza pintura orgánica al aceite para pintar las paredes.
La obra la realiza en su propia casa, llevando 20 años realizando mejoras, en ella hace combinaciones entre un piso abandonado y escenas de un muerto.
Se trata de un artista muy siniestro, tanto en personalidad como en su obra, y veíamos como confesaba lo siguiente:

“ No me asustan las habitaciones, sino la gente”.


Schneider da importancia a los rincones, nos dice que cuanto más trabajamos la textura más cambia.
En su trabajo aparecen muchos agujeros, puesto que es algo muy recurrente en la escultura, se me ocurre ahora mismo mencionar a Henry Moore, el maestro de los huecos y el vacío.
                Fue curioso cómo en el video se veía al entrevistador preguntarle que por qué era valiosa la habitación para él, con lo que Gregor contestó:

“ No hay por qué explicarlo todo”.

Las habitaciones que Gregor interviene se encuentran aisladas en casas de la posguerra, parecen decorados de terror.

Viendo su obra es inevitable preguntarnos si el artista sufre algún trauma infantil, se trata de una batalla entre renovación y decadencia.
Schneider fue un niño prodigio, con 16 años se retrataba gritando y más tarde se pasaría a la performance. Él vivía en una ciudad del centro de Alemania, la cual estaba habitada por hileras de casas idénticas, hecho que podría ser decisivo en relación a su intervención en habitaciones.
                El estilo de Gregor no encaja con nada ni nadie del arte contemporáneo, se trata de una identidad muy individualista.
Sin embargo volvemos a preguntarnos qué le ocurrió de pequeños, la idea de tirarse al vacío dice que es la idea más sencilla de ocultarse detrás de un objeto en una habitación.

La idea de su obra La casa Muerta, era que el visitante entrara en ella y no saliera nunca.
La obra se volvía más siniestra según nos íbamos acercando al sótano, era curioso que solo dejara entrar a los espectadores para ver su obra después del anochecer, probablemente para acentuar el sentimiento de lo siniestro.
La explicación del porqué del constante cambio de la obra dentro de su misma casa estaba en un principio bastante práctico y coherente la verdad, confiesa que no disponía de ninguna galería ni ningún museo para hacerlo, de ahí que empezara a utilizar su casa .

En una de sus habitaciones el artista parece exponer una obra conjunta con otra artista, Annelore Reuen, sin embargo se ha descubierto que esta artista no existe, sino que es él mismo firmando la obra como Reuen, aquí juega con el simulacro, inventándose una artista que más tarde aparece muerta.




A este loco artista le interesa la calidad de los materiales de construcción, lo que realmente Gregor intentaba hacer era reflejar los momentos de la posguerra Alemana, no reflejar un aparente trauma que parece tener, y que realmente no existe.
Su arte tiende a lo histórico, cada habitación parece contarnos una historia que nadie va a escuchar.

Schneider juega con la memoria y el dolor, por eso se interesa por esos espacios que han tenido existencia:
" Cosas que estuvieron y que ya no están".
Espacios que producen buenas y malas energías, y en relación a ésto, mencionar la elección del material de trabajo, puesto que el artista trabajaba con plomo, material que parece absorber las malas energías.

Gregor Scheider considera que todo objeto puede convertirse en obra artística, la no facilidad  provoca la creatividad.
Es cierto, como comentábamos en clase, que si hubiese tenido una galería para exponer, se hubiera ceñido a esas limitaciones, sin embargo, no siendo así, se obliga a innovar.

Ante la negación de la cosa, uno se vuelve creativo.






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