martes, 23 de octubre de 2012






MADRID, 1987.

 Dirección: David Trueba.
 Intérpretes: José Sacristán, María Valverde, Eduardo Antuña, Ramón Fontseré.
 Género: Drama. España, 2011.
 Duración: 102 minutos.










“ Los cuadros tienen que estar manchados, la literatura es igual…
Toda esa gente que protege su creación de la materia viva está equivocada, solo las manchas tienen interés, y las cicatrices….

Siempre me han dado mucha envidia los pintores, porque ellos no necesitan las palabras…

¿ Pero si usas bien las palabras?

Pero no huelen, no se tocan, por eso son odiosos los museos, no te dejan tocar, y los cuadros ya no huelen….Lo hermoso hubiera sido poder oler Las Meninas recién pintadas. ¿No?
Los buenos pintores, encuentran, dan con la forma que está al servicio de una idea, la literatura pelea por contar con palabras lo que no se dice con palabras, le ponen nombre a las emociones como un científico a las enfermedades.



…Conocer a alguien a quien se admira es como dar el primer paso para dejar de admirarle. Solo se puede admirar a los cuerpos y a los muertos…lo de dentro está sucio, podrido, sin barrer, mejor no entrar…



…En el mejor teatro cómico, se da mucho el argumento del viejo en busca de la carne fresca, siempre inalcanzable. Esta situación ridícula da mucha risa, pero desvela que la distancia entre la locura y el equilibrio se reduce al tamaño de un pelo de la cabeza…entonces la risa, se vuelve terror, miedo de que pueda sucederte algo parecido.”




Dos personas (José Sacristán y María Valverde) se quedan encerradas en un baño, una situación que da pie a un enfrentamiento de distintas generaciones. Ella forma parte de las personas que se encontraron en los ochenta con una democracia ya consolidada, mientras que él, forma parte de los que ya se encontraban ahí, que venían de conseguirlo todo y que estaban muy felices de haberse conocido.
 A ratos ridículamente emocionante, Madrid 1987 es una crónica sobre el paso del tiempo y el traspaso de la rabia ante su fugacidad. Es un intelectual y desnudo (literalmente) pulso entre maestro y alumna, a veces receptivo y a veces diálogo para sordos.





            De repente te das cuenta que una simple película te puede decir, "tranquilo, reacciona", con un bajo presupuesto y un ambiente muy íntimo, la carga del largometraje está en un diálogo maravillosamente bien escrito, por no decir, que mejor aún interpretado.
Este film es una lección al buen cine, un película que apenas tiene un solo escenario, da un escarmiento a todas estas producciones del 3D, a veces menos es más, y cuando algo es bueno, no necesita de nada más.

                                    

                                                  " Una valiente película, Si Señor”

No hay comentarios:

Publicar un comentario